Hermana
Persiguiendo por los campos mariposas
juntas; de la mano de nuestros sueños infantiles
luces inocentes en nuestro hogar, campos y caminos
a veces polvorientos con amaneceres dulces
en el ensueño; sonrisa de nuestra madre:
origen, pilar, raìz, sostèn… abrigo
Sonrisa fugaz en tus pupilas
en tu boca, el delicado nèctar de las flores
dìa que nuestra casita se lleno de la luminosidad de sol
transparente, al calor de nuestro fuego
transparente, a la luz azul del cielo.
Se esfumò tu rostro, desaparecieron tus manos
se marchitò la risa brillante
en la làgrima de un rayo solar
ese que obsequia la vida y tambièn la transforma
Pero ese viento marino suave aterciopelado y tibio
se deleita con toda tu presencia anìmica
juega con una caricia traviesa delicada
dàndonos en el rostro tu belleza, tu esperanza.
Ahora te veo en las nubes dispersas en el cielo
renaces; te veo de nuevo descendiendo en forma de lluvia
para bendecir nuestros campos sagrados
Don de los dioses eternos.