Tù
Pupilas intensas en obscuridad de calma
encuentran la luz de las mìas en llanto
en la queja de un temor sin palabras
remolino suave, imponente presencia.
Lirios tus manos que acarician mi frente
borrando temores sin brillos de aurora
enredan mi cuerpo en el abrazo de nobles
rodeando mi cuello en un suspiro de hielo.
Fusiòn asombrosa, esperanza no rota
sin sabor de la muerte con sopresa atrevida
que te lleve o me lleve, dejàndonos solos
con tristeza en el alma y una anfora encendida.
Tu mano en mis dedos, tìmido murmullo
palabras calladas, peligro que huye, con el temor de un mañana
ahora el destello de tus ojos me miran
tu puño de labrego, corazòn de niño
tu mano que sostiene………….
Ahora te bendigo!!!