làgrimas
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Hablando con Dios
Autor invitado: Cristina Brudereck
Dios me empuja suavemente y me dice:
«Mira lo hermoso que es aquí»
Tengo que empezar a llorar de una vez.
«Deja que las lágrimas salgan,
entonces más luz puede entrar en ti,
y todo volverá a ser más brillante»
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Oxlajuj Tz´i
Autores Invitados : Carla Cofiño y Jose Coutiño.
Cuanto podemos equivocarnos al creer que amamos, al no ser concientes que es tan solo un vacìo que pretendemos llenar con otro vacìo, llenas tus dìas de dolor y làgrimas tan solo por no ser correspondido uno de tus deseos, un camino sin rumbo ni corazòn solo deseos y màs deseos. Todo puede ser diferente, decìdelo ahora, pon en la balanza la verdad y deja que te guìe hacia tu oasis interior.
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Dame
Autor Invitado: Huellas Tseltales de Chiapas
*Ak´ben te ya´lel a sit, swenta ya junat ta ok´el…
* Ak´ben te binti mayuk na´bil a wu´un te jaat nax ya a na´e, swenta jbel lok´el…
* Ak´ben te a k´op a wa´ye, swenta yuun ya jpasbe sk´ayojil de kuxlejale…
Dame tus lágrimas, para llorar contigo…
Dame el misterio de tu sabiduría, para caminar…
Dame tus palabras, para componer la canción de la vida…
Give me your tears to cry with you…
Give me the mystery of your wisdom to carry on…
Give me your words to compose the song of my life…
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EL SANADOR
FUENTE: Leyendas de Santa Ana Huista, Huehuetenango, Guatemala. Elder Exvedi Morales Mérida.
El templo oloroso a corozo e incienso estaba esa Semana Santa de 1911. Las campanas con su añejo tañer pregonaban el júbilo colectivo.
En el antiguo pueblo había alegría, aunque en el vecino país de México había surgido la Revolución, y según los rumores, podría afectar a Santa Ana Huista.
Jesús Nazareno lucía una nueva túnica, que según decían, era un presente de Pancho Villa. En el retablo del altar mayor afinaban los últimos detalles. Las campanas continuaban llamando a los feligreses, y su voz se derretía en las montañas que avasallan al pueblo encantador.
Los milagros de Jesús eran muchos, y por eso llegaban a adorarle de diferentes lugares, especialmente de México. Ese día, la gente parecía mar en el mar: A las nueve de la mañana, llevada en hombros por los humildes devotos, salió de la parroquia Jesús Nazareno.
La mirada del dulce hijo de Dios hacía que en las almas brotaran jardines pletóricos de cantos divinos. La gente se arrodillaba a su paso y derramaba sus lágrimas. Un inválido que pintaba canas ya, rogó con todo su corazón al sanador volviera a caminar y dejar para siempre sus incómodas muletas.
Cuando la procesión iba por la esquina de la Ronda, donde el inválido se hallaba en oración profunda, Jesús Nazareno lo vio fijamente. Le sonrió y le dijo: “Arroja tus muletas y camina”.
El inválido obedeció y radiante la gente lo vio caminar a la par de la imagen. De boca en boca se divulgó ese suceso.
Esto sucedió en el pueblo religioso y místico de Santa Ana Huista.
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Ahondando
Deja caer sus lagrimas en notas cargadas de pasion de nostalgia, la guitarra de antaño……resurge el pasado ahondado en la roca de mina , donde falta aire puro y consejo oportuno; capaz de acallar cualquier angustia, obscuro rincon sin luna, en el hueco alejado de la llama divina.
Toca su ritmo de esclavo de dia, sin tambores, pensando en el instante de aroma de azucar, olor a melaza de tu cuerpo moreno. Surgen melodiosas notas de una curiosa esperanza, sonrisa traviesa de mi corazon; formando arcoiris, que nace en la lluvia, como tu promesa de un dia perfecto en medio del cielo, de azul tan inmenso como el lago, en el lejano paraje de mi pais.
Sale mi hermana la luna, tirando los hilos de plata de su cabellera hermosa, formado de estrellas, luceros que alumbran senderos verde obscuros, sin luz.
Ya orgulloso por la mañana, el astro sol indica la hora de gira, que da la alegria para recorrer polvorientos caminos sin hojas, pero que aseguran llegar al destino trazado con luz.
Luego alli nos aguardan tantas nuevas canciones, nuevas promesas que le dan al humano, el impulso de otoño, que te acerca a la selva, de aquello salvaje y sucede el encuentro sin que cause mas que el arrullo, llegando a la cima redonda donde diviso tu rostro feliz.
Suena tu canto en la noche, me entrego en tus brazos y escucho de nuevo….la guitarra de fuego sus notas, su ritmo, su luz.